La técnica de respiración llamada abdominodiafragmática, consiste en hacer una inspiración por la nariz con el músculo diafragma
Aprende a fortalecer tus pulmones
Entre los 40 y 80 años de edad, los pulmones pierden aproximadamente 40% de su capacidad. Parte de su tejido va menguando, el número de alvéolos (cavidad en los...
Entre los 40 y 80 años de edad, los pulmones pierden aproximadamente 40% de su capacidad. Parte de su tejido va menguando, el número de alvéolos (cavidad en los pulmones) se reduce y hay también una disminución en los capilares pulmonares.
Dado que los pulmones se tornan menos elásticos debido, entre otros factores, a la pérdida de elastina (una proteína del tejido) es importante mantenerlos en buena forma.
Al respecto, investigadores de la Biblioteca Nacional de Medicina y los Institutos Nacionales de la Salud, ambos de Estados Unidos, aseguran que es posible conservarlos jóvenes, siempre y cuando se ponga en práctica una serie de ejercicios aeróbicos y técnicas de respiración para fortalecer los músculos del diafragma.
Y es que hacer deporte marca la diferencia. Durante un estudio practicado a corredores de distancias largas, se descubrió que aquellos que habían entrenado durante 10 a 20 años habían disminuido o reducido por completo la pérdida de su capacidad pulmonar asociada con la edad.
El valor del ejercicio
Otros datos revelan que el ejercicio hace que el corazón bombee más sangre y que los pulmones permitan hacer respiraciones más profundas. Esto se traduce en mayor resistencia, menor cansancio, presión arterial baja y azúcar de la sangre en equilibrio.
Por otro lado, está la reeducación respiratoria, esto es, aprender a respirar bien para realizar mejor cualquier actividad diaria, empezando por el ejercicio.
La técnica de respiración llamada abdominodiafragmática, consiste en hacer una inspiración por la nariz con el músculo diafragma: para ello debemos sentir que mientras tomamos el aire, nuestra estómago se infla.
Posteriormente sueltas el aire con los labios semicerrados, contrayendo la musculatura abdominal para ayudar a sacar el aire. Este tipo de respiración se puede hacer sentado, de pie o acostado boca arriba.
Aprende a fortalecer tus pulmones
Entre los 40 y 80 años de edad, los pulmones pierden aproximadamente 40% de su capacidad. Parte de su tejido va menguando, el número de alvéolos (cavidad en los...
Entre los 40 y 80 años de edad, los pulmones pierden aproximadamente 40% de su capacidad. Parte de su tejido va menguando, el número de alvéolos (cavidad en los pulmones) se reduce y hay también una disminución en los capilares pulmonares.
Dado que los pulmones se tornan menos elásticos debido, entre otros factores, a la pérdida de elastina (una proteína del tejido) es importante mantenerlos en buena forma.
Al respecto, investigadores de la Biblioteca Nacional de Medicina y los Institutos Nacionales de la Salud, ambos de Estados Unidos, aseguran que es posible conservarlos jóvenes, siempre y cuando se ponga en práctica una serie de ejercicios aeróbicos y técnicas de respiración para fortalecer los músculos del diafragma.
Y es que hacer deporte marca la diferencia. Durante un estudio practicado a corredores de distancias largas, se descubrió que aquellos que habían entrenado durante 10 a 20 años habían disminuido o reducido por completo la pérdida de su capacidad pulmonar asociada con la edad.
El valor del ejercicio
Otros datos revelan que el ejercicio hace que el corazón bombee más sangre y que los pulmones permitan hacer respiraciones más profundas. Esto se traduce en mayor resistencia, menor cansancio, presión arterial baja y azúcar de la sangre en equilibrio.
Por otro lado, está la reeducación respiratoria, esto es, aprender a respirar bien para realizar mejor cualquier actividad diaria, empezando por el ejercicio.
La técnica de respiración llamada abdominodiafragmática, consiste en hacer una inspiración por la nariz con el músculo diafragma: para ello debemos sentir que mientras tomamos el aire, nuestra estómago se infla.
Posteriormente sueltas el aire con los labios semicerrados, contrayendo la musculatura abdominal para ayudar a sacar el aire. Este tipo de respiración se puede hacer sentado, de pie o acostado boca arriba.
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