lunes, 11 de enero de 2016

Cáncer a la piel

Cáncer a la piel

¿Sabías que mucha exposición de la piel al sol puede provocar cáncer a la piel?

A pocas semanas de la llegada del verano y las altas temperaturas, y con ello los típicos paseos de pileta, la playa y las actividades al aire libre en familia y con amigos, comienzan a alertar sobre las premisas básicas para disfrutar de una temporada plena y prevenir enfermedades de la piel asociadas a la exposición al sol. 

Tomar sol

Elcáncer de piel es la consecuencia más grave de exhibirse a las radiaciones ultravioleta (UV) del sol. Pero además, existen otras secuelas como el envejecimiento cutáneo prematuro y las manchas. Por ello, tomar las medidas correctas para protegerse de los daños que se pueden ocasionar es vital y desde la Sociedad Argentina de Dermatología sostienen que el concepto de “bronceado seguro no existe, con o sin cama solar”.
Por ello, en épocas en que las temperaturas máximas se ubicaran por encima de los 30 grados, más que suficientes para sofocarnos y salir disparados hacia los espejos de agua más cercanos, es importante tener en cuenta las recomendaciones básicas como utilizar bloqueadores con protección solar elevada, aplicarlos en la piel con media hora de anticipación a la exposición y reaplicarlo, cada dos horas. Otro de los consejos fundamentales son los horarios de exposición que tiene una restricción que oscila entre las 10 y las 16,  y por su supuesto no excederse jamás de las dos horas de exposición continuada.

Los niños al sol

Se aconseja un cuidado extremo en la exposición solar de los niños, ya que la piel tiene mecanismos naturales de fotoprotección pero en  los niños no está desarrollado y en ellos el daño solar es máximo y acumulativo, por la escasa presencia de melanina, la capa cornea más fina y permeable que la de los adultos, y por lo tanto requieren una adecuada y extrema fotoprotección artificial. Además, los bebés menores de 6 meses no deben estar en el sol porque su piel no está preparada ni para sufrir los componentes químicos de algún bloqueador ni para soportar los efectos nocivos de la radiación.


Existen diferentes tipos de diagnósticos y tratamientos adecuados para cada circunstancia según las condiciones específicas de cada paciente. Pero, te brindamos algunos tips de alerta para tener en cuenta.

Algunos factores de riesgo:
• Piel clara y ojos claros.
• Exposición crónica a rayos ultravioletas naturales o artificiales (camas solares).
• Antecedente de quemaduras de sol.
• Localización geográfica con mayor intensidad de rayos ultravioletas.
• Disminución de la capa de ozono.
• Inmunodepresión.
• Genodermatosis (enfermedades hereditarias que predisponen al cáncer de piel)
• Exposición al arsénico (ingesta de agua con niveles elevados de arsénico).
• Exposición a radiaciones.
· Ulceras crónicas y cicatrices viejas.

Los signos clínicos que deben llamar la atención:
•  Lastimadura o ulcera que sangra y no cicatriza.
•  Mancha rosada o área irritada que no desaparece.
•  Bulto rosado de borde elevado que crece lentamente.
•  Protuberancia o crecimiento de piel brillante.

•  Cicatriz blanca donde no hubo lesión anterior.

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