Para que nuestros niños se despierten
despejados, con ganas de hacer cosas, de aprender, de jugar y de 'desayunarse'
el día... necesitan dormir las suficientes horas durante la noche y hacerlo de
manera continuada. Ese despertar alegre, lleno de saltos y rebosante de energía
es muy característico de los niños pequeños.
Hábitos
de sueño de los niños
Sabemos que el cansancio, la apatía, el
mal humor o las rabietas de los niños en edad preescolar vienen de la mano, la
mayoría de las veces, de estados en el que el niño tiene hambre, está malito o
tiene sueño. El niño estará cansadísimo al final del día, pero será muy difícil
que venga a decirnos: 'mamá, acuéstame'. Generalmente, aguantará dándose de
cabezazos contra los muebles o preferirá sacar ese pequeño monstruo malhumorado
que nos saca de quicio. Por eso, debemos reconocer los síntomas del cansancio y
asegurarnos de que su sueño nocturno ocupe unas once o trece horas del día.
A continuación os proponemos algunas
sugerencias para desarrollar patrones de sueño saludables y que el momento de
irse a la cama sea un momentos placentero y forme parte importante de la rutina
del niño:
- Seguir la rutina de ciertas acciones
de manera repetida para que sean previsibles para el niño: tomar un baño,
ponerse el pijama y zapatillas, lavarse los dientes, hacer pis, leer un
cuento... proporcionarán al niño sensación de comodidad y seguridad.
- La voz de los padres es una buena
herramienta para disponer a los niños al sueño: una canción, una oración, un
historia repetida todos los días puede tener un efecto calmante.
- A los niños les encanta que un adulto
le cuente un cuento en voz alta. Además de relajarle y sentirse acompañado,
potencia el gusto por los libros y la lectura.
- Todos los padres deberían dedicar
algo de tiempo a hablar con sus hijos antes de acostarse. El día del niño está
lleno de nuevas experiencias que estará ansioso por compartir aunque, según la
edad, tengamos que preguntarle.
- En el momento de acostarse deben
evitarse todas las distracciones en la habitación: el ruido y la luz dificultan
el sueño. Para los niños a los que no les guste la oscuridad completa podemos
dejarle encendida una luz nocturna de baja intensidad.
- La cama debe ser acogedora, las
mantas no deben ser muy pesadas y las sábanas no deben estar demasiado
ajustadas. Un besito... buenas noches y felices sueños.
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