La dentición (la salida de los primeros dientes del bebé) puede ser una época frustrante para los bebés y también para sus padres. Algo que puede ser de ayuda es tener una idea de lo que va ocurrirle a su hijo cuando le empiecen a salir los primeros dientes, y la manera en que puede contribuir a que este proceso sea menos doloroso.
El proceso
de la dentición
La dentición
puede comenzar a partir de los 3 meses y continuar hasta que el niño(a) cumpla
los tres años.
Cuando su
hijo tenga entre 4 y 7 meses de edad, usted podrá notar que sus primeros
dientes ya dan signos de querer abrirse paso a través de las encías. Los
primeros dientes en aparecer generalmente son los dos dientes frontales
inferiores, también conocidos como los incisivos frontales inferiores. Después
de 4 u 8 semanas, les suceden los cuatro dientes frontales superiores
(incisivos frontales y laterales superiores). Aproximadamente un mes después,
aparecerán los incisivos laterales inferiores (los dientes a los costados de
los dientes frontales inferiores).
Los dientes
que salen a continuación son los primeros molares (las muelas al final de la
boca que utilizamos para masticar la comida), y luego finalmente los colmillos
(los dientes puntiagudos en la mandíbula superior). La mayoría de los niños
tienen sus 20 dientes de leche (los primeros dientes que aparecen) al cumplir
su tercer año. (Si su hijo tiene un retraso significativo, consúltelo con su
pediatra.)
En algunos
casos poco frecuentes, los niños nacen con uno o dos dientes o producen un
diente durante las primeras semanas de vida. Salvo que estos dientes
interfieran con la alimentación o estén demasiado sueltos como para que el bebé
pueda tragarlos, generalmente no es una causa de preocupación.
Cuando a los
niños les comienzan a salir los primeros dientes, probablemente babearán más y
empezarán a querer morder las cosas. Mientras que en algunos niños la salida de
los dientes no es un proceso doloroso, otros pueden experimentar breves
períodos de irritabilidad, y algunos se mostrarán irritados durante varias
semanas, con episodios de llanto y patrones de sueño y de alimentación
irregulares. La dentición puede ser incómoda, pero si su bebé se muestra muy
irritable, consúltelo con su pediatra.
Aunque las
encías sensibles e hinchadas pueden provocar un pequeño aumento de la
temperatura del bebé, normalmente la salida de los dientes no ocasiona fiebre
alta ni diarrea. Si su bebé tiene fiebre durante la dentición, puede que se
deba a otro motivo y es mejor que se ponga en contacto con su pediatra.
Hacer más
fácil la dentición
A
continuación detallamos algunos consejos que deberá tener en cuenta cuando a su
bebé le estén saliendo los dientes:
Limpie
regularmente la cara de su bebé con un pañito suave para quitarle el exceso de
babas y evitar que se le irrite la piel.
Dé a su bebéalgo que pueda morder. Asegúrese de que sea lo suficientemente grande para que
no se ahogue al querer tragarlo, y que tampoco pueda romperse en pequeños
fragmentos. Un paño húmedo que haya estado en el refrigerador durante 30
minutos puede ser algo muy útil cuando los dientes están saliendo; asegúrese de
lavarlo cada vez después de que el bebé lo utilice. Los aros de goma que se
venden para ayudar a los niños con la dentición también son buenos, pero evite
los que contengan líquido en el interior, porque podrían romperse o perder
líquido de alguna manera. Si su bebé utiliza uno de estos aros, asegúrese de
sacarlo del refrigerador antes de que se endurezca demasiado. Seguro que no
desea causar más daño en las encías de su bebé, ¡ya suficientemente hinchadas!
Frote las
encías de su bebé con un dedo limpio.
Nunca ate al
cuello de su bebé un aro para la dentición, ya que podría quedar atrapado en
algún objeto y estrangular a su bebé.
Si su bebé
parece irritable, el acetaminofeno (paracetamol) puede ayudarle, pero siempre
consulte primero con su pediatra. Nunca ponga una aspirina sobre los dientes de
su bebé, ni le frote las encías con alcohol.
La higiene
de los dientes de los bebés
El cuidado y
la limpieza de los dientes de su bebé son muy importantes para la salud dental
a largo plazo. A pesar de que los dientes de leche se caerán, las caries
dentales pueden acelerar este proceso y dejar huecos en su dentadura antes de
que los dientes permanentes estén listos para salir. Es posible que los dientes
de leche que aún no se hayan caído se junten para intentar llenar los espacios,
y como consecuencia de esto los dientes fijos saldrán torcidos o en lugares que
no les corresponden.
El cuidado
diario dental del bebé debe comenzar antes de la salida de su primer diente.
Limpie las encías de su bebé diariamente con una gasa o pañito limpio y húmedo,
o cepíllelas muy suavemente con un cepillo de dientes suave para bebé y agua
(¡sin dentífrico!). Tan pronto como los primeros dientes aparezcan, cepíllelos
con agua.
Utilizar
dentífrico en los dientes de su bebé está bien una vez que su niño(a) haya
crecido lo suficiente como para escupir el dentífrico al lavarse los dientes,
lo que ocurre generalmente alrededor de los 3 años de edad. Escoja un
dentífrico con flúor y utilice solamente una pequeña cantidad (del tamaño de un
guisante) o incluso menos en los niños más pequeños. No deje que su niño(a) se
trague la pasta de dientes o que la tome directamente del tubo, porque una
sobredosis de flúor puede ser peligrosa para los niños.
Cuando todos
los dientes de su bebé hayan salido, intente limpiárselos al menos dos veces al
día, especialmente después de las comidas. También es importante que su niño(a)
se acostumbre a utilizar el hilo dental pronto. Un buen momento para comenzar a
utilizar el hilo dental es cuando los dientes empiezan a estar uno al lado del
otro. Consulte con su dentista para que le aconseje sobre cómo utilizar el hilo
dental en unos dientes tan pequeñitos. Usted también puede motivar a su
pequeñito(a) para que se interese en esta rutina dejando que él o ella le
observen y le imiten cada vez que usted se cepilla los dientes y utiliza el
hilo dental.
Otro consejo
importante para prevenir las caries dentales: no deje que su bebé se quede
dormido con un biberón. La leche o el jugo pueden permanecer en su boca y
provocarle caries y placa dental.
La
Asociación Dental Americana (The American Dental Association) recomienda que
los niños visiten a un dentista desde el primer año de edad, cuando ya les han
salido de 6 a 8 dientes, para poder detectar a tiempo posibles problemas y
aconsejar a los padres sobre el cuidado preventivo.
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