La varicela es una enfermedad común de la infancia causada por el virus Varicela-Zóster (VZ), que generalmente ocasiona fiebre y una erupción en la piel que consiste en pequeñas vesículas (o ampollas) de contenido acuoso rodeadas de un halo rosado o rojizo que pueden aparecer en cualquier parte: cuero cabelludo o mucosas (boca, garganta, vagina). La varicela puede presentarse a cualquier edad, pero lo más frecuente es que afecte a niños menores de 10 años.
l virus VZ se contagia a través del aire, a partir de las lesiones cutáneas o de la garganta de la persona enferma. El virus se inhala y la enfermedad comienza unas dos semanas más tarde (de 10 a 20 días). Las personas que han pasado la enfermedad previamente rara vez la vuelven a desarrollar, aunque entren en contacto con el virus de nuevo. Con todo, y a pesar de que es muy infrecuente, a veces se puede pasar la varicela por segunda vez. En tal caso, la enfermedad suele ser leve y tiende a ocurrir en niños que la pasaron antes de su primer año.
Una persona que ha pasado la varicela tendrá de por vida el virus en sus células nerviosas, por lo que éste puede reaparecer años más tarde originando un Herpes Zóster, que consiste en una erupción con vesículas, a veces muy dolorosa, que afecta a una zona estrecha (como una banda) de un solo lado del cuerpo, generalmente la espalda. Aunque el Herpes Zóster generalmente afecta a personas mayores, a veces también afecta a niños.
Síntomas y curso de la enfermedad
Algunas veces, los niños se encuentran mal un día antes de la erupción de la varicela, pero habitualmente, el primer signo de la enfermedad es la aparición de unas pequeñas lesiones rojas que parecen picaduras de insecto. En las siguientes 24 horas, estas lesiones se transforman en pequeñas vesículas de contenido acuoso claro y más tarde turbio, que finalmente se secan y forman costras.
Una persona enferma puede presentar desde 20 a más de 1000 de estas lesiones, pero lo típico está entre las 250 y las 500. Esta erupción produce un picor intenso, lo que origina irritabilidad durante el día y falta de sueño durante la noche. La mayoría de los niños tienen fiebre, pero pocas veces elevada (cuanto más severa es la erupción, más alta es la fiebre). También pueden presentar dolor de garganta leve, e inflamación de los ganglios del cuello. Es frecuente la falta de apetito.
A medida que las ampollas van formando costras y la fiebre baja, su hijo empezará a sentirse mejor. La enfermedad suele durar de 7 a 10 días, y las lesiones que puedan ocasionarse en los ojos no requieren un tratamiento especial a menos que produzcan un marcado enrojecimiento o hinchazón. Cuando las costras se caen, pueden dejar unas manchas claras u oscuras que casi siempre desaparecen en meses, aunque pueden tardar años en hacerlo.
¿Cuándo hay que preocuparse?
Si el niño presenta vómitos continuos, está excesivamente adormilado/a, tiene dificultad para caminar, tos muy intensa, dificultad para respirar, dolor en el pecho, dolor de estómago fuerte o fiebre mayor de 40°, tendrás que consultar al pediatra, aunque no hace falta que sea de forma inmediata.
Pero si el niño/a presenta un enrojecimiento, dolor o hinchazón excesivo en las zonas de la erupción, tiene fiebre durante más de una semana o continúa presentando nuevas lesiones después de 7 días, es recomendable que acudas a urgencias.
Consejos útiles
- Para aliviar el picor. Es muy importante aliviar el picor, que es el síntoma más molesto para el niño/a. Los baños de agua tibia con avena o con 1/2 taza de bicarbonato no sólo lo logran, sino que también limpian la piel y ayudan a prevenir una posible infección bacteriana sobreañadida. La loción de Calamina en las lesiones también alivia el picor y es recomendable.
- Los antihistamínicos por vía oral también reducen el picor y ayudan a conciliar el sueño. El Paracetamol puede usarse si la fiebre es mayor de 38.5°. No se debe dar ASPIRINA ® a niños con Varicela, ya que se ha relacionado el binomio Aspirina-Varicela con una enfermedad denominada Síndrome de Reye, que afecta al cerebro, al hígado y a los riñones. Los antibióticos no son útiles para curar la Varicela.
- Trata de evitar que se rasque: pon especial atención en cortarle bien las uñas de las manos para evitar más lesiones por rascado.
- A la hora de comer, dieta normal: ofrécele al niño/a una dieta normal, pero recuerda que tal vez no tenga demasiada hambre y no te preocupes si no come lo habitual durante unos días. Estimúlalo/a a que beba muchos zumos o dale bastante cantidad de sus refrescos preferidos, sobre todo si tiene fiebre.
- Puedes bañarle normalmente: no tengas miedo de bañar al niño/a, incluso si tiene una erupción severa. El baño no extiende la erupción ni la empeora, al contrario, probablemente ayudará a prevenir una infección bacteriana. Pero frótale con cuidado y suavidad, y después, sécalo bien.
Contagio
La Varicela es una de las enfermedades más contagiosas que existen. Las personas que tienen Varicela son contagiosas desde 2 días antes de la aparición de la erupción hasta que todas las lesiones se han secado totalmente. Por tanto, es imposible evitar el contagio en la casa. Desafortunadamente, el segundo niño que coge la Varicela en la familia suele presentar una versión más intensa de la enfermedad, con fiebre más alta y una erupción más extensa.
La Varicela puede llegar a ser muy grave en personas con las defensas bajas, como los enfermos de cáncer o en tratamiento con quimioterapia o esteroides. Si el niño pertenece a uno de estos grupos, consulta urgentemente con tu médico. Si el niño conoce a alguien de estas características que haya podido estar en contacto con él, advierte cuanto antes a la familia.
Un niño con Varicela puede regresar a la escuela o guardería cuando todas las lesiones se han secado, lo que suele ocurrir aproximadamente después de 1 semana del comienzo de la erupción. A veces, una o dos vesículas pueden persistir bajo la piel de las palmas de las manos o pies, pero no son contagiosas si el resto de las lesiones ya han formado costra. Un adulto sano o un niño que haya pasado la Varicela no puede contagiar a otra persona, aunque sí queda como portador del virus. El niño/a puede visitar a los abuelos u otros familiares, pues no desarrollarán un Herpes Zóster por el mero hecho de haber estado en contacto con un niño con Varicela.
Nota importante: debido a que la Varicela es muy contagiosa, si tienes que llevar al niño a la consulta durante la enfermedad, ten la amabilidad de indicarlo a la enfermera o al personal de recepción para que le lleven a otra sala de espera y no entre en contacto con otros niños/as.
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