El mal aliento infantil es siempre un
indicador de que algo no va bien. Suele estar relacionado con alguna enfermedad
o problema dental, en el sistema respiratorio o en el estómago. Sin embargo, no
debemos confundir la halitosis infantil con el mal aliento que puede presentar
el niño al levantarse por la mañana y que se debe a la falta de saliva en la
boca durante el sueño nocturno.
Los microorganismos que se encuentran
en la boca comienzan a desarrollar su actividad provocando la proliferación de
gases de olor desagradable, pero basta con lavarse los dientes para que el mal
aliento desaparezca. Y es que, generalmente, el mal aliento en niños puede estar
motivado por una deficiente higiene bucal infantil. Una caries o una
inadecuada acumulación de restos de
comida en la boca suelen ser las causas responsables del mal aliento. Para
solucionarlo, es recomendable una visita al dentista para resolver una posible
caries y adoptar los hábitos higiénicos adecuados.
Cómo prevenir el mal aliento en bebés y niños
El cepillado de los dientes después de
cada comida es indispensable para prevenir la caries y el mal aliento, aunque
el niño todavía tenga dientes de leche. Una caries infantil, además de provocar
una infección que puede propagarse por el resto de los dientes de leche y
afectar al diente definitivo, puede terminar provocando una enfermedad gástrica
o un desplazamiento de las piezas dentales.
En ocasiones, la presencia de un
pequeño cuerpo extraño alojado en la boca o en las fosas nasales (trozos de
goma-espuma, semillas, juguetes pequeños, restos de comida), que se está
descomponiendo, puede la causa real del mal aliento. Es preciso acudir al
médico, ya que los padres no debemos intentar retirar el cuerpo extraño, ya que
sin querer podemos provocar alguna lesión en el niño. Si el mal aliento
persiste, es posible que exista otro tipo de problema o trastorno orgánico como
puede ser la acetona, la gastritis, un reflujo provocado por una pequeña hernia
de hiato o una infección en las vías aéreas superiores.
Concretamente, el aliento de un niño
que tiene acetona es muy particular. Da la impresión de oler a manzanas ácidas,
del tipo reineta, desde el momento en el que se despierta por la mañana. La
acetona es una sustancia volátil que, en contacto con el aire, desprende un
aroma inconfundible, como el de una manzana podrida. Esta sustancia se produce
en el organismo cuando la glucosa se encuentra en niveles bajos y las grasas no
se queman como deberían. Los niños que presentan acumulación de acetona en la
sangre suelen presentar mal olor del aliento y de la orina, además de fiebre y
vómitos.
Los remedios caseros contra el mal
aliento de los niños, lo único que pueden hacer es esconder un problema oculto
de carácter orgánico. El mal aliento es una llamada de atención que no debe ser
desatendida ya que una consulta a tiempo puede dar lugar a un diagnóstico y a
unos tratamientos oportunos. Si el dentista descarta alteraciones bucales, o a
pesar del tratamiento dental el mal aliento persistiera, consulta con el
pediatra, quien mediante un examen físico y pruebas radiológicas y de
laboratorio será el responsable de hacer un adecuado diagnóstico y aplicar el
tratamiento más apropiado.
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