Un
desayuno equilibrado puede prevenir la obesidad infantil
El desayuno de los niños debe ser la comida más
importante del día. Un desayuno equilibrado para los niños es el compuesto por
leche, fruta o zumo e hidratos de carbono. Aproximadamente, el 20 por ciento de la
población infantil y juvenil sólo toma un vaso de leche, mientras un 56 por
ciento sólo acompaña la leche de algún producto que contiene hidratos de
carbono. La mitad de esos niños dedica menos de 10 minutos a desayunar.
En resumen, el desayuno de los niños dista mucho de ser
el ideal. Los niños y niñas españolas desayunan mal, lo que implica, según
expertos en Nutrición, en un aumento de la obesidad infantil en la mayoría de
los casos. El desayuno es, según los nutricionistas, una de las comidas más
importantes del día. Debe supone, al menos, una cuarta parte de las necesidades
nutricionales de los niños.
¿Por
qué es tan importante que los niños desayunen bien?
Cuando los niños no desayunan bien no tienen la energía y
la vitalidad necesarias para afrontar el esfuerzo físico e intelectual que les
exigen las actividades escolares. Además, un desayuno no adecuado hará que los
niños sientan, a media mañana, la necesidad de un gran aporte energético, que
seguramente podrán encontrar en productos de alto contenido en azúcar y ácidos
grasos, como puede ser la bollería industrial y otros productos similares que
están directamente relacionados con el crecimiento de los índices de sobrepeso
y de obesidad durante la infancia, por su alto contenido calórico.
Cómo
debe ser el desayuno ideal para los niños
En muchas ocasiones, por la falta de tiempo, las prisas y
los retrasos, algunas familias prescinden de dar de desayunar a sus hijos en
casa. Están obligados, por las circunstancias, a llevar a sus hijos más
temprano al colegio y muchos desayunan por el camino.
Otra alternativa es el
desayuno en el colegio, que cada vez, está más cuidado. En la mayoría de las
escuelas, el menú está controlado por nutricionistas, lo que significa que se
puede confiar en el servicio. Para los padres que tienen más tiempo, en casa,
el desayuno ideal y adecuado debe ser variado en alimentos que contengan
nutrientes necesarios:
- Lácteos: leche, yogur y/o queso
- Hidratos de carbono: cereales, galletas, pan.
- Grasas: aceite de oliva o margarina
- Vegetales: frutas o zumos
- Otros: mermelada, jamón york o pavo, miel...
Cuando el desayuno aporta por lo menos 3 alimentos de los
citados arriba, con toda seguridad, contribuirá a que los niños tengan más
energía y más fuerza para desarrollar las actividades escolares. Otra manera de
reforzar el aporte de energía necesario para el día a día de los niños es usar
cacao en polvo en los desayunos.
Todo es una cuestión de hábito. Si desde la más temprana
edad, los niños se acostumbran a desayunar bien, su organismo se habituará a
esta costumbre, y le exigirá un buen desayuno todos los días, y ellos se
sentirán satisfechos. Así la familia estará previniendo lo que hoy es una
preocupación mundial para los expertos de alimentación: la obesidad infantil.
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