Caminar es una
excelente forma de ejercicio. Como es natural para nosotros, es más fácil
comenzar una rutina de ejercicios con una caminata rápida en lugar de trotar u
otra actividad física intensa.
Habiendo dicho
esto, simplemente deambular no es suficiente para ayudar a quemar el exceso de
calorías. Caminar a buen ritmo ayuda a ejercitar los músculos y al requerir más
energía, por lo tanto quema más calorías. Lo mejor de todo es que se puede
incluir poco a poco en la rutina diaria y se puede aumentar el ritmo sin que
nos haga sentir incómodos. Caminar es una suave introducción al mundo del
fitness.
Cada individuo es único y
también lo es el estilo de caminar de cada persona. El ritmo de marcha promedio
de una persona depende de muchas cosas. La edad, el nivel de condición física,
el género e incluso la altura y el peso contribuyen a la rapidez con la cual
una persona puede caminar. En términos muy generales, la velocidad de marcha
normal de un ser humano es de 3 a 4 millas por hora. Las mujeres pueden caminar
a un ritmo ligeramente más lento, dependiendo de la altura y constitución del
individuo. A medida que se envejece, la velocidad disminuye. El ritmo al que
las personas mayores pueden caminar puede ser entre 2,5 a 3 millas por hora.
También, a medida que se envejece, las probabilidades de sufrir de enfermedades
se incremente. Por tanto, hacer ejercicio todos los días y alimentarnos bien es
vital.
10 beneficios para la salud
FORTALECE EL CORAZON
Caminar con regularidad reduce el riesgo de sufrir de enfermedades cardíacas y
accidentes cerebrovasculares. Reduce los niveles de colesterol LDL (malo) y
aumentar los niveles de HDL (colesterol bueno) y además mantiene la presión
arterial bajo control. Cualquier cosa que aumente el ritmo cardíaco y promueve
el bombeo de la sangre es un ejercicio para el corazón y el sistema
circulatorio. Caminar a paso rápido durante 30 minutos pueden ayudar a prevenir
y controlar la presión arterial alta, reduciendo el riesgo de accidentes
cardiovasculares hasta en un 27 por ciento.
REDUCE EL RIEGO DE ENFERMEDADES Caminar también puede reducir el riesgo de desarrollar
diabetes tipo 2, asma y algunos tipos de cáncer hasta en un 60 por ciento.
Aquellos que mantienen un nivel de actividad moderado tienen alrededor de un 20
por ciento menos de riesgo de desarrollar cáncer de colon, de mama y de útero.
MANTIENE EL PESO BAJO CONTROL Aquellos que están tratando de perder peso, necesitan
quemar alrededor de 500 calorías al día por encima de las que consumen. Una
persona que pesa 60 kg puede quemar 75 calorías, simplemente dando un paseo a 2
mph durante 30 minutos. Si aumenta su velocidad a 3 mph quemará 99 calorías.
Acelerando un poco más, a una caminata rápida (4 mph), se quemará 150 calorías.
Caminar también aumenta la masa y el tono muscular y cuanto más masa muscular se tenga más
rápido el metabolismo – y mientras más rápido el metabolismo, más calorías se
quemarán, incluso en momentos de reposo.
AYUDA A PREVENIR LA DEMENCIA La demencia afecta a 1 de cada 14 personas mayores de 65
años y 1 de cada 6 mayores de 80. Se sabe que la actividad física tiene un
efecto protector sobre la función del cerebro y el ejercicio regular reduce el
riesgo de demencia en un 40 por ciento. Las personas mayores que caminan seis
millas o más a la semana pueden evitar la contracción del cerebro y así
preservar la memoria a medida que pasan los años.
AYUDA A PREVENIR LA OSTEOPOROSIS Hasta cierto punto, caminar cuenta como una actividad de
carga (el propio peso). Estimula y fortalece los huesos, aumentando la densidad
ósea – muy importante, especialmente para las mujeres. También ayuda a mantener
la salud de las articulaciones ayudando a prevenir enfermedades como la
artritis.
TONIFICA PIERNAS, GLUTEOS Y ABDOMINALES Un buen paseo puede ayudar a fortalecer y dar forma a
las piernas, dándole definición a las pantorrillas, cuádriceps y levantando los glúteos. Ahora bien, si realmente presta
atención a la postura mientras camina, también puede tonificar los abdominales
y reducir gradualmente su cintura.
TONIFICA LOS BRAZOS
La velocidad al caminar viene de los brazos. Para sacar el mejor provecho debe
mantenerlos a un nivel cómodo, doblados a la altura del codo y moverlos hacia
atrás y hacia adelante al caminar. Moverlos más rápido nos permite acelerar el
paso de manera automática. Este movimiento tonifica los brazos, los hombros y
la espalda.
AUMENTA LOS NIVELES DE VITAMINA D Caminar a la luz del día, incrementa los niveles de
vitamina D del cuerpo – un nutriente difícil de obtener a partir de los
alimentos, pero que se puede sintetizar a través de la exposición a la luz
solar. La vitamina D juega un papel muy importante en muchos aspectos, desde la
salud de los huesos hasta la salud del sistema inmunitario. Si bien es cierto
que protegerse de los rayos solares es importante, los expertos coinciden en
que exponer la piel al sol, con frecuencia pero sin que se queme, ayudará a
producir suficiente vitamina D.
AUMENTA LOS NIVELES DE ENERGIA Puede parecer una paradoja pero un buen paseo es uno de
los mejores energizantes naturales que tenemos a la disposición. Caminar
aumenta la circulación y aumenta el suministro de oxígeno a cada célula del
cuerpo, ayudando a que se sienta más alerta y vivo. También libera la rigidez
en las articulaciones y alivia la tensión muscular. Los bajones de energía
después del almuerzo se combaten mucho mejor con un paseo en vez de sentado en
un escritorio bebiendo café.
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