El bruxismo o rechinamiento de los dientes es una
alteración que puede aparecer en la infancia y que suele desaparecer por sí
sola. Puede indicar que el niño tiene estrés o angustia, por lo tanto es
importante observarlo como posible indicador de malestar emocional. En este
caso, es fundamental tratar de reducir el estrés que pueda estar afectando al
niño.
bruxismo
es el hábito de rechinar los dientes y puede producirse por el día, por la
noche o en ambos períodos.
El bruxismo
diurno es el rechinamiento, consciente o inconsciente durante el día, que
suele producirse sin emitir ningún sonido y acompañarse de otras acciones como
morder objetos o morderse las uñas o los labios.
El bruxismo
nocturno es el rechinamiento que se realiza inconscientemente, como un
acto reflejo, acompañado de sonidos audibles, imposibles de reproducir cuando
se está despierto. Suele producirse durante el sueño ligero y puede repetirse
cada vez que haya una fase de sueño ligero durante la noche.
Puede aparecer
a partir de los 10 meses de edad y suele desaparecer por sí solo a lo
largo de la infancia.
A pesar del
ruido que produce, el niño no nota nada ni lo recuerda al día siguiente.
El problema
que puede generar el bruxismo es el desgaste de los dientes.
Origen anatómico o
emocional
Las causas generales
del bruxismo pueden ser de dos tipos: anatómicas y psicológicas.
El bruxismo de origen
anatómico se explica como un mecanismo inconsciente que se realiza
para obtener el mayor contacto casual posible (al cerrar la
mandíbula) porque existe una alteración anatómica que le impide hacerlo. Así,
el niño no puede cerrar la boca correctamente debido a la forma de su
mandíbula. Entonces rechina los dientes involuntariamente para tratar de conseguir
una oclusión adecuada.
Siempre que se observe
que el niño tiene bruxismo hay que consultar con el pediatra para
descartar que esté causado por factores anatómicos.
Sin embargo, en muchos
casos el origen del bruxismo es emocional. Está relacionado con estados
emocionales de estrés y ansiedad.
Así pues, cuando un
niño presenta bruxismo es esencial que los padres observen cómo es el día a día
del niño y si hay algún factor estresante influyendo sobre él.
La retirada del pañal, el inicio de la escolarización, la llegada
de un nuevo hermano o pasar mucho tiempo sin sus padres pueden ser algunos de
estos factores.
De esta manera, cuando
se observe que el origen del bruxismo es emocional, es importante tratar
de ofrecer estabilidad a la rutina diaria del niño, para minimizar el
impacto de los factores estresantes.
También son positivas
las técnicas de relajación antes de ir a dormir (como el masaje)
ydormir acompañado para reducir la ansiedad y, en consecuencia, el
bruxismo.
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