El estilo de vida físicamente activo en la niñez es una
buena forma de prevención para ciertas enfermedades crónicas muy frecuentes en
la edad adulta.
¿Hacer ejercicio
físico tiene beneficios para la salud?
No hay duda de que disminuir el sedentarismo y tener una
actividad física regular es bueno para la salud. El estilo de vida físicamente
activo en la niñez es una buena forma de prevención para ciertas enfermedades
crónicas muy frecuentes en la edad adulta, como hipertensión, enfermedades
cardiovasculares, diabetes, cáncer, obesidad, problemas músculoesqueléticos y
problemas de salud mental, ya que disminuye el estrés, aumenta la autoestima y
favorece las relaciones sociales. Por otro lado, también se sabe que el
sedentarismo es un factor de riesgo para estas mismas enfermedades.
Hay total unanimidad en recomendar la actividad física
regular en el niño como hábito o estilo de vida y disminuir el sedentarismo.
¿Qué tipo de deporte
es el más adecuado? ¿Cómo se puede elegir?
No hay ningún deporte mejor que otro. Iniciarse en deportes
de distintas modalidades da mayor posibilidad de desarrollo motor y
expresividad creativa. Una vez conocidos varios deportes, podrá ir eligiendo
aquel que le guste más y se adecúe a sus posibilidades, siendo preferible uno
individual y otro en equipo. Existen tres modalidades de ejercicio:
Aeróbico: consiste en la realización de movimientos
repetidos que implican varias agrupaciones musculares. Bailar, correr y el
ciclismo son ejemplos de este grupo.
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Aeróbico: consiste en la realización de movimientos
repetidos que implican varias agrupaciones musculares. Bailar, correr y el
ciclismo son ejemplos de este grupo.
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Fuerza: ejercicios en los que se lleva al límite la
capacidad muscular, obligando al cuerpo a adaptarse a la nueva situación de
sobrecarga. Llevar la mochila del colegio o cargar a un compañero en la espalda
son ejemplos de este grupo.
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Crecimiento óseo: ejercicios que suponen
fortalecimiento del hueso por medio de tracción o impacto repetido; en
ocasiones estas actividades también contienen una parte aeróbica. Ejemplos de
este grupo son deportes de pelota y saltar a la comba.
Cada tipo de ejercicio tiene beneficios y ninguno
debe ser desatendido. Existe una pirámide del ejercicio que
relaciona las diferentes actividades con el tiempo semanal que se debe dedicar
a cada una de ellas.
¿Hay un ejercicio apropiado para cada edad?
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De 0-1años: ¿En el primer año? Pues sí. La
actividad física debe alentarse ya desde el principio por medio de juegos en el
suelo o en el agua.
¿Qué tipo de actividades son aconsejables para los niños que aún no
saben andar?
Para los bebés, la
actividad física quiere decir que se les deje mover los brazos y las piernas
mientras están acostados en espacios libres. Esto incluye buscar y coger
objetos, girar la cabeza hacia los estímulos, tirar, empujar y jugar con otras
personas, patear, gatear, ponerse de pie, arrastrarse y andar. Así se fomentará
el uso de grandes grupos musculares, se establecerán los límites de lo que
pueden hacer y se divertirán.
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De 1-5 años: En preescolares que ya saben andar, se recomienda
estar físicamente activos al menos 3 horas al día. A esta edad tiene más valor
el tipo de actividad física que la intensidad.
La actividad física puede incluir andar, ir en bicicleta, columpiarse o
sesiones con más gasto energético como puede ser correr, juegos de pilla-pilla,
saltar y actividades en el agua.
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De 5-18 años: la
recomendación es que se haga “actividad física moderada-intensa al menos una
hora al día, todos los días de la semana”. No es preciso realizar toda la
actividad física diaria de forma continuada, se puede dividir en varias
sesiones a lo largo del día.
Así que, en resumen, ¿qué se recomienda para que la
actividad física sea óptima y se obtengan beneficios en la salud?
Niños y adolescentes deben realizar al menos 60 minutos de actividad
física de intensidad moderada a vigorosa todos o la mayoría de los días de la
semana. Esta actividad debe incluir ejercicio para mejorar la salud ósea, la
fuerza muscular y la flexibilidad.