Cuando se trata de salud, la ensalada pareciera cumplir con todos los
requisitos para ser considerada como la pareja ideal: no hace daño, no cansa,
tampoco llena ni mucho menos representa un gasto alto de dinero.
¡Que fácil serían las relaciones humanas si todas las parejas tuvieran
esos atributos!
En fin, lo cierto es que en esta oportunidad no viene al caso recordar
malas citas o pésimas salidas sino, por el contrario, invitar al lector a
conocer un poco más en detalle las bondades de las ensaladas: una compañera
siempre fiel.
Razones para acompañar todo con una ensalada:
- La mayoría de las ensaladas cuentan con una composición que, en un
noventa por ciento, refiere a agua o líquido. Algo ideal para mantener el
cuerpo hidratado.
- Comer ensaladas de forma diaria contribuye a eliminar el exceso de
líquidos: además resulta bondadoso para combatir problemas como la
hipertensión, retención de líquidos y oliguria. De entre todas las
alternativas, se recomienda, para tales fines, consumir vegetales diuréticos
como el apio, espárragos frescos, escarola.
- Las ensaladas, en su mayoría, son bajas en calorías (salvo casos
excepcionales dados, generalmente, por la condimentación). No solo producen una
sensación de saciedad sino que ayudan a llenar el estómago realmente en muchos
casos.
- Para el corazón también son ideales: la abundancia en antioxidantes
(carotenoides -beta-caroteno, ácido alfa-lipoico) de todo tipo fomenta la salud
cardiovascular.
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