Cuando nuestros hijos
son muy pequeñitos, es cuando más nos preocupamos de darles su paseo diario, porque
conocemos todos los beneficios que les aporta, fortalecimiento del sistema
inmunológico, estimulación de los sentidos, etc. A medida que van creciendo y
van al cole, hacen actividades extraescolares, es decir, tienen otras
ocupaciones, se les otorga mayor descanso cuando están en casa, para ver la
tele, para jugar a la consola o simplemente para no hacer nada.
Pero los niños necesitan actividad, por pura necesidad
(aunque a veces no lo demuestren y parezca que prefieran apoltronarse en el
sofá) y por un mejor desarrollo físico e intelectual.
Aunque lo padres tengamos mucho menos tiempo del que
necesitamos, es importante dedicar un rato para salir a pasear con nuestros
hijos, sea a la salida del cole, una vez que han hecho los deberes, nuestros
hijos necesitan pasar tiempo con nosotros, y que sea tiempo de ocio e
indirectamente instructivo, no cuenta sólo estar con ellos mientras comemos o
les ayudamos con las tareas del colegio.
Salir a dar un paseo con nuestros pequeños continúa labrando
la relación, uniendo lazos familiares, lo que nos hace sentirnos mejor a todos.
Pero a veces cuesta hacerles salir, así que hay que buscar ideas para que los
paseos le resulten más divertidos si cabe, como que nos acompañe un amiguito
suyo.
Estos paseos son ideales para contarse cosas, preguntarle
por sus amigos, sus proyectos, cosas que le gustaría hacer… nosotros debemos
hacer lo propio.
Procura llevarles a sitios alegres, donde encuentren más
niños de su edad, un parque en el que pueda además jugar y ejercitarse, será
ideal, y al día siguiente pedirá volver a salir a pasear. También, el que los
hijos se distraigan, ayuda a que los padres tengan tiempo para ellos mismos y
liberarse del estrés del día a día.
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