La pulpa de tamarindo es rica en tiamina, vitamina crucial
para el buen funcionamiento de los nervios, los músculos y el sistema
digestivo. También contiene vitamina C, por lo que es muy efectiva para
prevenir y tratar el escorbuto. Por otra parte, es una fuente de potasio,
mineral necesario para la salud cardíaca y del tejido muscular; así como de
hierro, que facilita el transporte de oxígeno en la sangre para todo el cuerpo.
Laxante
La pulpa del tamarindo es un laxante natural, aunque los
mecanismos de funcionamiento aún no se han explicado. Las personas con
constipados deben consumir de 5 a 10 g diarios. No se debe mezclar con otros
laxantes ni calentar, pues pierde sus propiedades.
Colesterol
Algunos estudios sugieren que las dietas ricas en tamarindo
favorecen la regulación del colesterol en sangre, así como de los niveles de
presión arterial.
Estómago
Las prácticas aryuvédicas recomiendan el tamarindo para
aliviar malestares de estómago, incrementar el apetito y reducir la
flatulencia.
Articulaciones
La pulpa, las hojas y flores de tamarindo han probado ser
muy efectivas para combatir inflamaciones y dolores de las articulaciones. El
alivio en estos casos es instantáneo.
Salud visual
El jugo de tamarindo es un buen remedio para curar la
conjuntivitis. Además, con las semillas de este fruto se preparan gotas que
alivian la resequedad de los ojos.
Quemaduras
Sus hojas se emplean para tratar quemaduras. El remedio más
usado consiste en poner estas hojas en un recipiente con tapa y luego en el
fogón. Cuando se queman lo suficiente, se reducen a un polvo que se cierne.
Mezclado con aceite vegetal, se aplica en las áreas dañadas. También es útil
para curar heridas y para mejorar la salud de la piel.
Fiebre
Se dice que la pulpa de tamarindo es excelente remedio para
bajar la fiebre. Se debe consumir 15 g para reducir la temperatura del cuerpo.
Otro remedio consiste en hervir la pulpa en ½ litro de leche con azúcar,
algunos dátiles, cardamomo, clavo de olor y alcanfor. La infusión resultante es
eficaz para combatir estados febriles y el virus causante.
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